martes, 11 de noviembre de 2008

La deserción por causas económicas familiares

La deserción por causas económicas familiares


Hacer notar el camino correcto para un joven impetuoso, rebelde, con un bajo nivel de cultura, es difícil si no se cuenta con las estrategias adecuadas. Pero ¿cómo hacerle saber a ese mismo joven que abandonando la escuela sus ingresos familiares se verán reducidos? El propósito de este ensayo es permitir profundizar en el conocimiento propio acerca del tema de deserción por las causas económicas dentro del ámbito rural. El conocimiento obtenido me proporcionará elementos para disminuir los problemas de deserción en la comunidad donde laboro. Será preciso, mencionar en el cuerpo del ensayo, de manera somera, algunos otros aspectos menos relevantes con el fin de enriquecer la estructura. Para ello, las investigaciones precedentes a este ensayo y sus aportaciones serán el vértice de este escrito. La escritura de este ensayo girará en torno a cuatro factores importantes que permiten la deserción escolar: el aspecto personal, económico, escolar y familiar. La educación es un aspecto holístico del desarrollo personal, de ahí que, los jóvenes que abandonan los estudios, tienen pocas posibilidades de progreso. Pero más aún, el joven de ámbito rural deserta por dos aspectos primordialmente: económico y familiar. A lo largo de este ensayo, se expondrán las cuatro razones básicas de la deserción escolar. Y a la vez se especificarán más estas dos últimas.


Para entrar en materia, es necesario diferenciar lo que es deserción, marginación y rezago educativo. Comenzaremos preguntando ¿qué es marginación y con qué elementos se relaciona? Es vivir en lejanía de un factor que otros poseen, es un aislamiento aparente ante la posibilidad de educación. El joven, al estar fuera de un sistema educativo no adquiere las herramientas necesarias para desarrollar sus potencialidades y de ésta manera poder defenderse en el contacto social. Por eso, la marginación es relativa a los individuos que por diversas circunstancias viven alejados de la oportunidad de estudio.

Dicho de otra forma, se entiende marginación como la situación de las comunidades que están alejadas de los principales poblados y que no cuentan con los recursos como educación, agua, drenaje, luz y transporte. Quiero hacer referencia a esta idea porque es con la que se asocia más la palabra marginación. Además, según los datos del INEGI en el 2007 la marginación en México disminuyo debido a los programas de Oportunidades y las becas, por lo que, de acuerdo a dicha institución, la marginación ha venido decreciendo.

Mientras que el rezago educativo, debe tomarse como una situación de atraso, carencia, demora. Las personas que poseen ésta característica se clasifican dentro de los que sólo tienen primaria y secundaria, de ello, se toma la expresión que su preparación queda en espera de algún tiempo mejor para estudiar. Es entendida también, como la edad normal para el estudio de una etapa, la primaria por ejemplo, debe estudiarse de los 6 a los 12 años, si alguien quisiera estudiar esa misma etapa a los 22 años, se le considera rezagado.


De las variadas definiciones que se tienen acerca de la deserción, se puede reducir a una sola. Deserción es entendida como el proceso educativo que se trunca a temprana edad para solventar otras necesidades diferentes al desarrollo personal. En otras palabras, es el abandono del tiempo destinado para el aprendizaje en una institución educativa pública o particular. Ante este factor de apatía o desinterés por estudiar, surge el problema que atrae el motivo de este ensayo y es: ¿a qué se dedica el joven después de desertar en sus estudios? ¿Cómo es su vida personal y familiar?

En el ámbito rural, las oportunidades de superación son más bajas que en la ciudad y por ende, encontramos el mayor índice de deserción. Al hacer un análisis de la veracidad de la anterior frase nos damos cuenta que efectivamente, según los datos del INEGI en el lugares de provincia la posibilidad de que los jóvenes de entre 15 y 18 años no estudie es del 63 %. El anterior dato arrojado es alarmante, pues más de la mitad de los estudiantes no terminan sus estudios. Los factores de ésta problemática se van a estudiar más adelante.

Cabe mencionar que las decisiones que se toman a lo largo de la vida influyen decisivamente en la deserción, pues a la larga median la oportunidad de estudio. Al decir esto, viene a mi mente la situación que determina al joven a tomar una decisión personal. Es más, los adultos determinan en gran medida sobre los miembros más chicos de la familia para bien o para mal. Pues, realmente quien toma la batuta de la casa son los padres y en lo particular, de ellos depende la continuación de los estudios de sus hijos. Lo anterior, permite visualizar que el problema de la deserción está íntimamente ligado a la cuestión familiar.

Pues bien, la parte antecedente indica que el abandono escolar no obedece a una sola causa sino que hay varios factores que provocan la deserción entre los que están:

1) El aspecto personal: se refiere al gusto propio por estudiar, por superarse y en esto se engloban las decisiones que toma cada individuo. Ejemplo: Pedro es un niño de clase media, posee lo necesario para continuar sus estudios, pero desgraciadamente no le gusta estudiar porque piensa que así está bien, que el estudio no es tan necesario.
2) El aspecto económico: es primordial para llevar a cabo cualquier proyecto. En este sentido, se refiere a que el joven abandona la escuela porque no cuenta con los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades educativas. Para esclarecer más esta idea mencionaré, que muchos jóvenes viven en condiciones de pobreza y ante todo, está cubrir sus necesidades básicas que ir a la escuela, por eso el factor monetario es también factor de deserción. Las cifras hablan por sí solas pues 20% de los jóvenes entre los 12 y 14 años abandonan la escuela y casi 50% entre los 15 y 18 renuncian a estudiar para incursionar en el ámbito laboral.

3) La distancia para llegar a los centros escolares: como parte del proceso de aprendizaje, debemos tomar en cuenta que no todos viven cerca de centros educativos, por eso, muchos muchachos no acceden a la educación porque tardan demasiado tiempo en llegar a su destino. Hay lugares donde la escuela está ubicada a kilómetros de distancia y eso impide la llegada rápida. Por lo mismo, ante el excesivo tiempo de traslado necesario para llegar a clases, los jóvenes optan por hacer otras cosas o simplemente se distraen por el camino a la escuela. Al llegar a casa argumentan que efectivamente si asistieron a clases, pero al momento de calificaciones la familia se da cuenta de los malos resultados y opta por sacarlo de la institución a donde asista.
4) Lo familiar: aquí encontramos las decisiones que se toman, es decir, cuando por diversos factores, la familia no te permite seguir estudiando. O simplemente porque el estudiante tiene que abandonar la escuela para ayudar en las labores domésticas. Este factor es menos determinante en la ciudad que en el campo. La vida del joven rural está determinada por el oficio que su padre desempeñe y no es raro encontrar que terminado el horario de clase el muchacho tenga que realizar actividades secundarias ayudando en la economía de su casa al cuidar animales o trabajar en el campo. Mientras que las mujeres se limitan a aprender a cocinar y realizar la limpieza de la casa en el mejor de los casos.

¿En todos los aspectos de la vida social se dan estos mismos factores?
- La respuesta es no, porque cada región cuenta con características propias.
Por ende, lo rural y lo urbano comparten características diferentes, pero sólo seguiré lo rural.

Englobando todo lo anterior, es pertinente hacer el comentario que la situación socioeconómica y en el contexto familiar son las dos causas de deserción escolar más patentes en el ámbito rural.

La pobreza o marginación que se vive en las comunidades rurales, propicia la desigualdad social, que cada día va aumentando la brecha entre los que no carecen de nada y aquellos que les falta todo. Visto de una forma objetiva, al abandonar la oportunidad de estudio, los muchachos pierden terreno en cuanto a las oportunidades y agrandan el número de pobres. La estructura propia de las escuelas rurales, es menos innovadora para la cosmovisión del ciudadano en la comunidad rural.


En particular, se destaca que el joven rural se interese más por el trabajo o la necesidad de supervivencia cubriendo sus necesidades básicas, que por la superación. Las principales actividades económicas a las que se dedica el joven desertor en lo rural es principalmente la agricultura, la ganadería y la migración. Pues, al no tener cierta preparación se convierte en un individuo con fuerza de trabajo menos competente. Y que sólo es empleada en los trabajos duros y mal remunerados.
La base de la deserción escolar en el ámbito rural, radica propiamente, en los vicios o defectos que se van heredando de los personas mayores. Como vulgarmente se dice: “sólo aprender a leer y escribir”. Para muchos con eso basta, y desde ahí comienzan las limitantes y las consecuencias posteriores en la vida del joven, lo que a futura acarrea son incapacidades para resolver sus problemas.

La función de la familia como transmisora de conocimientos se ve fallida pues los padres son también analfabetas o desertores. No existe la intención clara de superación, es un modus vivendi muy a su manera. Por eso, los niveles de deserción en las comunidades es tan alto. Y sencillamente, el aspecto económico y familiar pesa tanto en la toma de decisiones que se pierde la visión de una vida mejor, más digna y menos sufrida.

Incluso, el matrimonio a temprana edad, no es tan mal visto en las comunidades rurales. Al contrario, se permite y es para ellos válido que los jóvenes abandonen la escuela porque ya tienen que casarse. Las familias se regocijan y hasta hacen fiesta, contradictorio ¿no?


Para entender más la problemática de la deserción escolar debemos comprender cómo influyen los factores personales, económicos, escolares o de distancias para estudiar así como el carácter familiar influye en el desempeño del joven. Aunque reconozcamos con objetividad que son más los factores que participan en este proceso y por cuestiones de espacio no fueron mencionados.

El factor económico es el que, a mi punto de vista, influye más para que un alumno abandone sus estudios en una comunidad. Dicho de otro modo, los recursos monetarios no alcanzan para sostener a familias de 5 a 10 miembros (ese es el número estimado) y que regularmente sus edades entre uno y otro, son muy cercanas. No obstante, en la ciudad el factor personal es el que determina la deserción.

La educación va a la par con mejorar los niveles de vida de los seres humanos, por ello, cuando se priva de este privilegio a alguien por las razones antes mencionadas, una parte de cada país sigue en el atraso. No se mejoran las condiciones de vida de las personas. La marginación y la deserción son dos aspectos diferentes, pero que engloban una misma realidad: hace falta poner atención en mejorar las condiciones de vida plena de las personas, porque sólo así se logra el progreso de los pueblos. Los funcionarios públicos, deben hacer un análisis exhaustivo de las estrategias a utilizar para disminuir la deserción. Es un tema que se ha venido delegando por décadas y nadie ha hecho esfuerzos notorios en este tema.

Personalmente, me sirvió adquirir nociones más claras acerca de la deserción, éste conocimiento debo aplicarlo en mejorar las expectativas de mi grupo en cuanto a superación se refiere. El fin último es crear una mejor calidad de vida para todos, sin hacer distinciones de clase social, raza o ubicación geográfica. Reconozco que aún quedan investigaciones futuras por realizar que versen acerca de este apartado. Cuando en México todos optemos por una educación de calidad, haciendo los cambios necesarios, los índices de deserción, serán menores y las posibilidades de progreso del país serán mayores, éste es el último fin de la educación: humanizar.























Referencias



Cassany, D. (2007). Afilar el lapicero. Barcelona: Anagrama. pp. 67-78.
Espíndola, E. y León A. (2002). La deserción escolar en América Latina: un tema prioritario para la agenda regional. Disponible en: http://www.rieoei.org/rie30a02.htm
Johnson, I. (2000). Ensayos y argumentos. Manual para la escritura de ensayos argumentativos e interpretativos. Recuperado el 10 de octubre de 2008 de: http://sabanet.unisabana.edu.co/inge%20nieria/agroindustrial/1semestre/exp_c%20om/2lectoescritura/temas/ensayo/ens%20ayo.htm
Muñoz García, Humberto y Ma. Herlinda Suárez Zozaya(2005). Perfil educativo de la población mexicana. Aguascalientes, México, INEGI, 1994, p. 7.
Navarro, N. (2001). Marginación escolar en los jóvenes. Aproximación a las causas de abandono. Disponible en: http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/sociodemograficas/marginacion.pdf


Miguel Angel Oseguera Amezcua
Email: miangelosam@gmail.com
Publicado el 13 de noviembre del 2008

No hay comentarios: